F. D. GUERRAZZI
Mientras un abogado, con la espalda encorvada, las lentes sobre la nariz, al la luz de una lámpara, deshoja un escritor en busca de una opinión autorizada para sostener un asunto, y la encuentra; su adversario curial con la espalda encorvada, las lentes sobre la nariz, a la luz de una lámpara, consulta con el mismo autor en apoyo de la doctrina contraria y la encuentra.